Así que “exorcicé” toda influencia, me quedé con el aprendizaje, evolucioné y decidí apostar por mi propio estilo y fortalecer mi personalidad a la hora de escribir.
Pero ojo, hablo de mi propio estilo en mi propio negocio.
En el tuyo escribiré con tu voz, no con la mía.
La personalidad y la historia de tu marca debe estar en los textos de tu web, en tus emails, en tus anuncios… en la cabeza de las personas que te leen.
No es difícil, en realidad:
Conocer a conciencia qué vendes.
Saber exactamente quién lo necesita o lo quiere.
Escribirlo de tal manera que tu producto sea el que quieren comprar y ellos sean los clientes a los que se los quieres vender.
Sencillo si no fuera por que hay que saber hacerlo.
Puedes empezar por suscribirte y nos vamos conociendo.